Cíclico resúmen
Oro de los dioses
de los cielos derramada,
líquido reloj de la vida
vuelto espejismo mudo evaporado...
La angustia y el reino,
todo se hizo sed.
La conciencia frágil
solo nombra el sudario del sol en los días que nos restan.
Ni el susurro de los huesos y la piel
desmoronados por la inmensa tarde,
podrán abrir sus ojos
ante el viento de moscas que los parpadean,
que infectan hasta las lágrimas
de ese niño negro y su hábitat de cobre,
resumido en plegarias que se pierden
en aéreos desiertos inhabitados ya,
pues hasta las nubes se han quedado sin alma.
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